El cliché sobre la infidelidad puede que no sea la verdad absoluta.
Estar en una relación amorosa es casi como tirar una moneda al aire y esperar un poco para ver si te toca una sana o una tóxica. La mayoría ha pasado por una ruptura donde la infidelidad, desafortunadamente, ha tocado la puerta y nos ha hecho preguntarnos si esa persona que amábamos siempre será infiel o solo será una etapa.
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Por ello, el Archives of Sexual Behavior realizó una investigación sobre los infieles seriales en 2017.
“Ese estudio fue el primero que nos dio una idea científica de si hay algo de verdad en la idea de que ‘un infiel, siempre será un infiel’ (en alusión a un tema de la cantante Carrie Underwood)”, dijo el Dr. Justin Lehmiller, investigador del Instituto Kinsey y autor de “Tell Me”.
Dicho estudio, sobre el cual Lehmiller escribió en 2017, encuestó a 484 adultos, quienes admitieron haber sido infieles en relaciones anteriores y afirmó un poco la veracidad de la frase de la cantante de country. Los investigadores descubrieron que las personas que admitieron ser infieles tienen, aproximadamente, tres veces y media más probabilidades de volverlo hacer.
Sin embargo, Lehmiller señala que muchos de los encuestados también aceptaron haber sido infieles una vez y nunca más lo volvieron hacer, lo que puede el cliché sobre la infidelidad no sea la verdad absoluta.
“Es una de esas cosas en las que hay un núcleo de verdad”, dice el investigador. “Hay algunos datos, científicamente, que lo respalda, pero definitivamente no es cierto en todos los casos”.
A pesar de que no existe una razón específica por cual una persona le es infiel a su pareja, Lehmiller señala que la investigación realizada por uno de sus colegas en el Instituto de Kinsey podría haber descubierto algo llamado “El gen de la infidelidad”.
“Algunas personas buscan sensaciones y tienen una mayor necesidad de encuentros sexuales emocionantes y riesgosos”, explica el Dr. Justin Lehmillar. Dicha necesidad está vinculada a una deficiencia en los receptores de dopamina, o la parte del cerebro que está involucrado en sentir placer, es decir, los infieles necesitarían emociones más grandes para sentir la misma cantidad de placer.