Expulsar el aire ayuda a la digestión.
Una de las conductas más saludables que realizamos cotidianamente, pero que suele no tener el visto bueno, es eructar. A pesar de que solemos retener expulsar el aire, realmente es bastante beneficioso para nuestro organismo.
Los eructos aparecen cuando el aire que tragamos viaja por esófago hasta el estómago, pues cuando este comienza a estirarse, el esófago se abre para permitir que pueda salir el aire.
La importancia de eructar
El eructar favorece que la digestión sea más rápida y evita que se acumule una gran cantidad de gases dentro del organismo. Además, ayuda a que las náuseas o la sensación de dolor desaparezca.
El Instituto Nacional de Salud Digestiva y Diabetes de Estados Unidos señala que los habitual es que cada persona genere de 0.5 a 2 litros de gas al día.
En cuanto a qué tan seguido debes eructar a lo largo del día, lo recomendable es hacerlo de 10 a 20 veces diarias.
Los eructos ayudan a expulsar el aire que ingerimos, el cual suele aparecer cuando comemos demasiado rápido, beber con pajita o padecer situaciones de estrés.